Cáncer testicular:

Cáncer testicular: tu salud está en tus manos, detectar a tiempo salva vidas

El cáncer testicular es una enfermedad que presenta baja frecuencia en el país, predomina en varones entre los 15 y 35 años. El pronóstico de esta patología suele ser bueno siempre que su diagnóstico se realice a tiempo. Por eso es importante que los varones se familiaricen con la forma, tamaño y aspecto normal de sus testículos, lo cual les permitirá identificar cualquier cambio y consultar a tiempo.

El primer signo de cáncer testicular suele ser una protuberancia o bulto en un testículo. Las células cancerosas pueden crecer rápidamente. A menudo, se dispersan del testículo a otras partes del cuerpo.

Factores de riesgo que no se pueden evitar o cambiar:

  • Edad: Puede afectar a hombres de cualquier edad, pero es más común entre los 20 y 34 años.
  • Raza: Se ha observado que los hombres de raza blanca tienen más casos de cáncer testicular.
  • Testículo no descendido (criptorquidia): Es una condición en la que uno o ambos testículos no bajan al escroto antes del nacimiento o en los primeros meses de vida. Es el principal factor de riesgo para el cáncer de testículo.
  • Antecedentes familiares: Tener un padre o hermano que haya tenido cáncer de testículo aumenta el riesgo.
  • Infertilidad: Los hombres con antecedentes de infertilidad pueden tener un mayor riesgo.
  • Infección por VIH: Se ha relacionado la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) con un mayor riesgo de cáncer testicular.

Si tienes alguno de estos factores, es recomendable consultar con un médico para un control adecuado.

Factores de riesgo que pueden influir en el cáncer de testículo:

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer testicular y están relacionados con el entorno:

Exposición a ambientes industrializados: se ha observado que los hombres que viven en ciudades con alta industrialización presentan más casos de cáncer testicular. Esto sugiere que ciertos factores ambientales podrían influir en su desarrollo.

Prevención y detección temprana del cáncer de testículo

Aunque el cáncer de testículo es poco común y sus factores de riesgo no están completamente definidos, el autocuidado y el autoconocimiento son claves para su prevención y detección temprana.

Además, adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir riesgos generales asociados a distintos tipos de cáncer. Algunas estrategias incluyen:

 

  • Alimentación saludable: Prefiere una dieta balanceada, rica en nutrientes y basada en alimentos naturales.
  • Actividad física regular: Realiza ejercicio de acuerdo con tu edad y condición física.
  • Mantener un peso saludable: Evita el sobrepeso y la obesidad.
  • Reducir el consumo de alcohol: Limita su ingesta para proteger tu salud.
  • Evitar azúcares y ultraprocesados: Reduce el consumo de alimentos con azúcar añadida y bebidas gaseosas.
  • No fumar: El tabaco está relacionado con múltiples enfermedades, incluyendo el cáncer.

Autoexamen de testículo: clave en la detección temprana

Conocer tu cuerpo es el primer paso para detectar cualquier cambio a tiempo. El autoexamen testicular es una técnica sencilla que puedes realizar en casa para identificar posibles señales de alerta.

Sigue estos 3 pasos:

  1. Observa 

Mira la piel del escroto en busca de cambios como:

  • Enrojecimiento, engrosamiento o lesiones que no cicatrizan.
  • Transparencias o inflamación.
  • Diferencias de tamaño: aunque uno suele estar un poco más abajo que el otro, grandes desigualdades deben llamar tu atención.
  1. Examina 
  • Toma cada testículo entre los dedos índice, medio y pulgar.
  • Gíralo suavemente aplicando una ligera presión.
  • Busca cualquier deformidad, bulto o masa, incluso del tamaño de un grano de arroz.
  • Revisa el epidídimo (cordón detrás del testículo que transporta el semen). No debe doler ni sentirse inflamado.

¿Cuándo hacerlo? Realízalo una vez al mes, preferiblemente durante o después de la ducha, cuando la piel del escroto está relajada.

  1. ¿Y después? Cuándo consultar a un médico:

Si notas alguna de estas señales:

  • Cambios en la textura de la piel del escroto.
  • Bultos, masas o hinchazón en uno o ambos testículos.
  • Notoria diferencia de tamaño o forma entre ambos testículos.
  • Acumulación repentina y permanente de líquido en el escroto.
  • Sensación de pesadez en el escroto.
  • Dolor en la ingle o abdomen bajo sin motivo aparente.
  • Molestia o dolor persistente en un testículo o el escroto.

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