Memoria, solidaridad y justicia para las víctimas del conflicto armado
Cada 9 de abril se conmemora el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, una fecha para reconocer su existencia, su sufrimiento y su dignidad. Es un mensaje claro de que las víctimas y sus familias no han sido olvidadas, que su dolor importa y que su memoria perdura. Además, es un llamado a la justicia, la reparación y la reflexión sobre las causas y consecuencias del conflicto armado en el país.
El reconocimiento de las víctimas va más allá de cifras o estadísticas; son personas con historias, sueños y proyectos de vida que fueron truncados por la violencia. Su sufrimiento no es solo individual, sino que afecta a comunidades enteras, dejando heridas profundas y grandes desafíos sociales.
Por ello, es fundamental que los diferentes entes territoriales trabajen en la reparación integral, escuchando sus voces, garantizando sus derechos y promoviendo acciones que contribuyan a sanar las heridas del pasado. Solo a través del reconocimiento, la memoria y la justicia se podrá construir un futuro donde primen el respeto, la dignidad y la paz.
Razones para conmemorar este día:
- Reconocer y honrar a las víctimas del conflicto armado
- Reflexionar sobre las causas y consecuencias del conflicto armado
- Hacer un llamado de solidaridad con las víctimas y sus familias
- Hacer un llamado de rechazo a la violencia
- Recordar cómo durante décadas de violencia se ha atentado contra la vida, los derechos y la dignidad de miles de personas
- Promover la paz y la reconciliación
Para el estado colombiano es importante reconocer y dignificar a quienes sufrieron por culpa de la violencia, construyendo memoria histórica que evite el olvido y la impunidad. Además, promueve la solidaridad y el apoyo a las víctimas, impulsando la reconciliación, exigiendo justicia y reparación, por esa razón a través de diversas leyes, políticas y entidades, implementa un abordaje integral para atender a las víctimas del conflicto armado, el cual se centra en cuatro pilares fundamentales: verdad, justicia, reparación y no repetición, lo cual consiste en Indemnización económica, Rehabilitación psicosocial, Restitución de tierras, Medidas de satisfacción y garantías de no repetición.