La fiebre amarilla: Lo que necesitas saber para protegerte
¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad viral grave transmitida por mosquitos infectados, que puede causar complicaciones severas e incluso la muerte.
La Fiebre amarilla tiene 3 etapas:
- Etapa 1 (infección): dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, fiebre, sofoco, inapetencia, vómito e ictericia. Los síntomas suelen desaparecer en una semana.
- Etapa 2 (remisión): La fiebre y otros síntomas desaparecen. La mayoría de las personas se recuperará en esta etapa, pero otras pueden empeorar en cuestión de 24 horas.
- Etapa 3 (intoxicación): Se presentan problemas con muchos órganos, incluyendo el corazón, el hígado y el riñón. También se pueden presentar trastornos hemorrágicos, convulsiones, coma y delirio.
*Si presentas estos síntomas consulta a tu médico de inmediato, no te automediques.
¿Cómo se propaga?
A través de mosquitos que han picado a personas infectadas o animales. Es común en regiones tropicales y subtropicales.
¡Previene y cuídate!
1. Vacunación:
- La vacuna contra la fiebre amarilla es segura, efectiva y ofrece protección de por vida. Es el método más confiable para prevenir la enfermedad.
- Si vas a viajar a áreas de riesgo, vacúnate al menos 10 días antes. Consulta con las autoridades de salud sobre las recomendaciones para la región que visitarás.
¿Quiénes deben vacunarse?
- Niños y niñas menores de 18 años
- Personas de 18 meses a 17 años de edad que no hayan sido vacunadas previamente.
- Personas residentes o que viajan a zonas de riesgo (áreas rurales, selváticas y de frontera donde haya circulación del virus).
2. Protégete de los mosquitos:
- Instala mosquiteros en puertas, ventanas y camas.
- Usa ventiladores o aire acondicionado para mantener alejados a los mosquitos.
- Elimina recipientes con agua estancada donde los mosquitos puedan reproducirse (macetas, llantas, cubetas, etc.).
- Cambia frecuentemente el agua de floreros y bebederos de mascotas.
- Mantén limpios y cubiertos los tanques de agua.
- Rocía insecticidas autorizados en áreas donde puedan estar los mosquitos, tanto dentro como fuera de tu hogar.
- Utiliza repelente.
- Usa ropa de manga larga, pantalones y medias, especialmente al amanecer y al atardecer, cuando los mosquitos están más activos.