Protege tus pulmones, cuida tu respiración

El asma es una enfermedad que afecta los pulmones. Es una de las enfermedades de duración prolongada más comunes en los niños, aunque los adultos también pueden padecerla. El asma causa dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos durante la noche o temprano por la mañana.

¿Tiene cura?

No tiene cura, pero, se puede controlar con eficacia para reducir y prevenir los ataques, también conocidos como episodios de asma.

5 pasos para reducir el impacto del asma

  1. Pide a tu médico un tratamiento personalizado por escrito para el control de tu asma.

Pide a tu médico que desarrolle un plan de tratamiento efectivo que incluya los medicamentos apropiados y que se adapte a tus horarios y régimen de vida.

  1. Toma los medicamentos prescritos por tu médico.

Las personas con asma deben utilizar un medicamento para el alivio de los síntomas y, en muchas ocasiones, otro medicamento más para controlar de forma continua la inflamación de las vías aéreas.

  1. Evita los factores que pueden desencadenar las crisis de asma.

Descubre los alérgenos, irritantes y otras circunstancias que pueden desencadenar una crisis de asma y toma todas las medidas posibles para evitarlos.

  1. Aprende a reconocer los síntomas de la crisis asmática.

Como el incremento de la tos, la opresión en el pecho, los pitos o silbidos, la dificultad para respirar, los despertares nocturnos debidos al asma. Anota las horas del día en las que tus síntomas tienden a empeorar.

  1. Conoce lo que debes hacer en caso de una crisis de asma.

No infravalores nunca la gravedad de un ataque de asma. Ten siempre a mano las recomendaciones escritas por tu médico para el caso de tener una crisis y cuando se presente, trata de mantener la calma y seguir sus instrucciones, incluyendo el momento en el que buscar asistencia médica.

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