Cuidado con los trastornos alimenticios en los niños

¡Cuidado con los trastornos alimenticios de la primera infancia!

 

El Manual de Enfermedades Mentales 5ª edición (DSM 5) define los trastornos alimenticios como un fallo persistente para comer adecuadamente, conduciendo a un fracaso significativo para ganar peso o a pérdida peso en al menos un mes. 

 

Por las características del grupo etario, se ubican en la categoría de “trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos”.

 

Los trastornos alimentarios en los niños menores de 5 años persisten como un campo poco explorado, pero de gran frecuencia en la demanda de atención pediátrica. La incidencia reportada oscila entre 20 hasta 80% y no presentan predominio en cuanto a sexo.

 

¿Cómo se hace un diagnóstico adecuado?

 

Con una buena historia clínica. También se hacen pruebas complementarias, aunque estas buscan descartar otras enfermedades o detectar complicaciones.

 

Signos de alerta:

  • Repentino interés por la “comida sana” y por “cuidarse” (como por ejemplo tener un interés por ser vegetariano).
  • Rituales de comprobación del cuerpo (pesarse, medirse, observación minuciosa en el espejo).
  • Tendencia a ocultar ciertas zonas del cuerpo con la ropa.
  • Síntomas inespecíficos (dolor abdominal, plenitud posprandial) que impidan comer.
  • Intentos de interferir en la comida de los demás, práctica de rituales al comer, evitar comer en familia, con amigos o en público.
  • Hiperactividad física obsesiva (no se sientan, suben y bajan escaleras, pasan horas en el gimnasio).
  • Paciente obeso que baja inesperadamente demasiado peso o, por el contrario, excesiva ganancia ponderal en poco tiempo.
  • Desaparición de grandes cantidades de comida.
  • Detectar restos o envoltorios escondidos.
  • Acudir al baño tras cada comida.
  • Amenorrea o retraso puberal.
  • Síntomas psicológicos (cambios de carácter, baja autoestima, ansiedad, aislamiento, depresión, insomnio, irritabilidad, impulsividad o disminución del rendimiento académico, entre otros).

 

El trastorno de la conducta alimentaria del niño pequeño (entre 0 – 6 años de edad) se asocia a un problema lo suficientemente importante como para producir un trastorno nutricional o socioemocional en el niño y en los cuidadores, que requiere de un tratamiento específico.

 

Signos y síntomas de un trastorno alimenticio:

 

  • Variación en el peso (pérdida con mayor frecuencia o aumento progresivo).
  • Fatiga de esfuerzo.
  • Intolerancia al frío.
  • Palpitaciones.
  • Sensación de mareo.
  • Síncope (pérdida temporal de la conciencia).
  • Caída del cabello.
  • Intolerancia a los alimentos.
  • Vómito.
  • Irritabilidad.

 

El diagnóstico incluye:

 

  • Preguntas del especialista al paciente para conocer con detalle su estado de salud.
  • Exploración física.
  • Antropometría (proporciones y medidas del cuerpo).

 

Por ello es necesario asistir a las consultas que realiza el equipo multidisciplinario de salud al momento de evaluar el crecimiento y el desarrollo del niño/niña, que es de obligatorio cumplimiento por parte de los cuidadores.

 

¿Qué se puede hacer para prevenir un trastorno alimenticio en los niños?

 

  • Mantener unos límites adecuados y un ambiente relajado, neutro y agradable durante las comidas.
  • Servir alimentos y cantidades apropiadas para la edad.
  • Los padres eligen el tipo, los horarios y el lugar de alimentación, mientras que el niño decide cuánta cantidad de alimento quiere ingerir.
  • Introducir poco a poco nuevos alimentos (8-15 intentos cada uno).
  • Fomentar la alimentación independiente.
  • Tolerar el desorden/suciedad propio de la edad (pueden tocar, explorar).
  • Evitar ruidos y distracciones durante las comidas como el televisor, teléfonos y juguetes.
  • Los padres deben ser modelos de buenos hábitos alimenticios.

 

En la EPS S.O.S cuidarte nos inspira

Add Comment