Exclusión en la infancia
Todo proceso de exclusión implica un déficit en las personas afectadas, que impiden o dificultan gravemente su participación social. En la infancia, estos procesos se condicionan por las edades de este curso de vida, los estados madurativos y de autonomía de los niños.
En la exclusión infantil se debe tener en cuenta:
- El niño como un sujeto de derechos.
- La necesidad del niño para recibir apoyo de las personas adultas, especialmente de su familia.
- Las consecuencias de la exclusión en la vida futura del menor.
- La transmisión generacional de los efectos de la exclusión experimentada durante la infancia.
Necesidad de apoyo familiar
Los niños en particular requieren del compromiso y la solidaridad de los adultos para que sus derechos sean garantizados.
Sin embargo, la exclusión social en la infancia lleva a la pérdida de relaciones y vínculos positivos con la sociedad adulta, profundizando su indefensión.
Las políticas de lucha contra la exclusión infantil deben proporcionar apoyos adaptados a los distintos tipos de familia para comprender sus estados y funcionamiento, la relación con el entorno, su desarrollo integral y el bienestar social de los niños.
La prevención y la intervención temprana en estos procesos deben vincularse a la prevención e intervención temprana en los procesos de exclusión social de sus familias.
Consecuencias en la vida adulta futura
Se afecta la maduración física, psicológica, afectiva y relacional que pueden ocasionar graves secuelas en futuras experiencias vitales, que les hace susceptibles de hacerles sufrir porque:
- Se vulneran sus derechos.
- Se deteriora su bienestar.
- Se limita su autonomía y su capacidad para aprovechar las oportunidades que el medio pueda ofrecerles en el presente o futuro.
Transmisión generacional de la exclusión
La excusión de los niños trae graves consecuencias a la sociedad, como:
- Sus efectos negativos se prolongan a la vida adulta.
- Transmisión a su descendencia a través de los valores, las visiones del mundo y las conductas motivadas por la exclusión vivida en la infancia.
- La prolongación de la exclusión y sus efectos se incorpora a la personalidad de los sujetos y a sus pautas culturales, que tienden a difuminar las causas del comportamiento individual y colectivo.
Colectivos infantiles especialmente vulnerables
Los grupos vulnerables son las personas que se encuentran en situación de desventaja por el simple hecho de pertenecer a un determinado grupo social. Estos grupos presentan características que se extienden y diversifican, afectando a un número creciente de niños, familias y distintos sectores de la sociedad.
Se relaciona, entre otras cosas, con la apreciación e interiorización de la propia vulnerabilidad, que hace que aumente el número de personas sino también su sentimiento de indefensión ante amenazas futuras como:
- Desempleo.
- Falta futura de pensiones.
- Falta de recursos médicos ante futuras enfermedades, etc.
La vulnerabilidad no suele depender de un único factor, sino que es la consecuencia de una combinación dinámica como factores físicos y ambientales, al igual que contextos económicos, políticos y culturales en los que estén.
Es necesario el acompañamiento del menor de edad para la asistencia a los servicios de salud a través de las valoraciones integrales ofertadas por las IPS primarias o de baja complejidad, que brindan rutas de mantenimiento para la salud por un equipo interdisciplinario de profesionales dispuestos a atender sus necesidades.